Reseña histórica de la Institución

Así inicio un gran sueño que hoy en día es San Ignacio .

La Unidad Educativa “San Ignacio” Fe y Alegría fue fundada el 16 de septiembre de 1973 en el barrio “El Silencio” del municipio San Francisco – Estado Zulia. Su fundación estuvo marcada por la iniciativa de las comunidades de los barrios “24 de julio” y “El Silencio” quienes entregan dos terrenos a  Fe y Alegría para la construcción de dos escuelas, el San Ignacio y la normal Nueva América. De inmediato, el padre jesuita Luís Jiménez, en conjunto con las Hermanas Franciscanas María Luisa Álvarez, Efrén Ruiz, Bienvenida  Acosta, Nidia y la Docente Flor de Durán emprendieron esa maravillosa obra.

Sus primeros alumnos eran muchachos que ya habían sobrepasado la edad escolar, contaban con una R3 donde funcionaban tres  aulas, un salón pequeño para la dirección y una sala de baño.  Los alumnos de primero al tercer  grado asistían en la mañana y en la tarde los de  cuarto a sexto grado.

En 1974, se construye un nuevo pabellón de tres aulas en las que se iniciaron las  clases nocturnas. Eran tres grados que funcionaban por las noches para atender a jóvenes y adultos que no estaban dentro del sistema escolar formal; al cual se integran los ex alumnos de la normal nueva América como docentes.

En 1977 se inició la básica contando en aquel entonces con apenas dos secciones y en el 2000  se inicia  el nivel diversificado técnico en la especialidad de informática y recientemente (2006) la mención electrónica.

San Ignacio ha tenido la fortuna de contar con muchas religiosas, docentes, directivos, alumnos y representantes emprendedores y promotores de la labor pedagógica que con visión futurista han logrado el crecimiento tanto a nivel de infraestructura como en propuestas pedagógicas  innovadoras. En la actualidad tiene 1250 alumnos distribuidos en 36 secciones.

San Ignacio Fe y Alegría nace con la intención de hacer realidad los ideales de Fe y Alegría quien promulga la promoción de una educación de calidad, basada en los valores humanos cristianos, como una opción clara para los  excluidos, dando énfasis a la educación en y para  trabajo, en la justicia y la paz, con  atención a las comunidades más necesitadas, donde desarrolla su labor pedagógica.

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